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BRIGITTE CHAMPETIER DE RIBES: DUALIDAD, EXTRACTO DE UN ESCRITO

18-12-2014

La primera gran dualidad, de la que surgen todas las demás,  es que somos hijos de un padre y de una madre.

Integrar esta dualidad es ver a ambos padres en una única imagen, tenerlos juntos en la mirada, haya pasado lo que haya pasado entre ellos después de nuestra concepción. Esta integración nos permite vivir la plenitud: cada uno de nosotros es la fusión de sus padres, la fusión de lo masculino con lo femenino, la fusión de dos ramas totalmente distintas.

Toda separación, todo rechazo remite a la separación con el padre o la madre, que se convierte en rechazo de lo masculino o lo femenino o en rechazo de uno de los grupos de origen.

¿Qué parte de nuestro cuerpo rechazamos?  ¿Cómo nos dividimos y a qué parte rechazamos, la masculina o la femenina? ¿A qué rama rechazamos, la materna o la paterna?

¿Privilegiamos la parte derecha (lo masculino) de nuestro cuerpo sobre  la parte izquierda (lo femenino)? ¿O será al revés?

¿Privilegiamos la parte superior (lo masculino) sobre la parte inferior (lo femenino)?

¿La mente (lo masculino) sobre el cuerpo (lo femenino)?

¿El cielo (lo masculino) sobre la tierra (lo femenino)?

Nuestro trabajo para la paz es reconciliarnos con nosotros mismos.

El sí a todo lo que somos,
la integración de todo lo que somos
y la reconciliación con nosotros mismos,
ES LO QUE CREA LA PAZ.

Nos reconciliamos con todo lo que somos y con TODOS los que somos: con todos y cada uno de los miembros de nuestra familia materna y paterna.

Podremos así honrar a todos los que nos rodean y nos asustan o nos crean ira, reconocer sus raíces y sus fidelidades, y reconocernos en ellos. Todos formamos parte. Nosotros y nuestra polaridad pertenecemos juntos.

Estamos todos juntos al servicio de la vida y de la paz, os honro.

Madrid, 2 de febrero 2011

Brigitte Champetier De Ribes: Dualidad, extracto de un escrito