16-02-2015
No sirve de nada vivir de espaldas a éstos problemas, porque de todo aquello que no nos hagamos responsables, se tendrán que encargar otros, nuestros descendientes, nuestros hijos, sobrinos, nietos.
Nada escapa al orden del sistema y el orden incorpora Justicia.
No obstante, el mismo amor que enfermó, cuando se vuelve consciente, es el que posee la fuerza y sabiduría de la solución; las lealtades invisibles emergen durante la configuración de las Constelaciones Familiares. Se busca en el sistema a las personas excluidas, las olvidadas, las difamadas, las no honradas, las tratadas con injusticia, las que se fueron para ceder su espacio a otras y las que sufrieron vidas particularmente difíciles.
Algunos justifican su negación a tomar con el reproche de que aquello que se les ofreció y se les dio no fue adecuado ni suficiente. Otros justifican el no tomar con los fallos del que da. El resultado, sin embargo, siempre es el mismo: los que así actúan se quedan inactivos y vacíos.
El efecto contrario lo podemos ver en aquellos que logran tomar a sus padres tal como son, tomando de ellos lo que les den.
Este tomar es experimentado como un continuo aporte de energía y de felicidad.
De esta manera se les capacita para tener también otras relaciones donde puedan tomar y dar mucho.