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BERT HELLINGUER: EL AMOR TOTAL DE LOS NIÑOS

16-03-2015

EL ALMA FAMILIAR

Lo que por medio de este trabajo surge a la luz como nueva comprensión, es que todos estamos vinculados a un alma más grande. En un alma familiar. Estonces hablamos tambien de un campo del Espíritu, si bien este término aporta poco a nuestro contexto. En otro contexto sí.

El campo del Espíritu es un campo en el cual algo está consciente. Es un campo de conocimiento. En él se da un movimiento donde lo que está separado quiere unirse. Este movimiento es un movimiento consciente. El campo tiene un objetivo claro, quiere traer algo a la conciencia. Por eso prefiero hablar aquí más bien de un alma grande, de un alma común, en el cual nos vivenciamos unidos a todos los que pertenecen.

Algo se ordena cuando tomamos conciencia, a través de una conducta, de que hay algo más que tenemos que considerar en ese campo. Se ordena porque excluidos u olvidados vuelven a la conciencia. Con ello se pone en orden algo en el alma del individuo, que es la que quiere unir lo separado.

Estos movimientos son movimientos de amor. En los niños, muchas de las conductas que nos preocupan con frecuencia son movimientos de amor muy profundo que quieren unir algo. Si los padres se dan cuenta y también ponen orden en su alma, toda el alma familiar adquiere otra fuerza. Pero sobre todo, nadie tiene que hacer presente algo olvidado o excluido a través de su conducta. Todos ganan mayor libertad de las implicaciones.

Bert Hellinguer: Mirar al alma de los niños

El amor total de los nños