2020-10-28
Los hilos, cuerdas, lazos, y cordeles que me unían a cosas, pensamientos, creencias, hábitos, personas, seguridades… o, tal vez, agarraba con todas mis fuerzas, se han empezado a romper, cortar, a soltar, a desvanecer.
Ahora dejo ir, suelto, salto…
Algunos hilos, cuerdas o lazos me unían al pasado, a lo aprendido, a lo seguro, a lo esperado… otros al presente, a mi entorno, a mis hábitos… y tal vez, otros, al futuro, a la expectativa… creyendo que lo venidero es certero. ¡Qué ilusión! ¡Cuánta fantasía!
Ahora dejo ir, suelto, salto…
Sin pensarlo, ni prepararlo, ni controlarlo, la vida me mueve internamente, me trae algo profundo, aunque no lo entienda, no tenga claridad. ¿Qué es lo que está pasando? No lo sé. Solo sé que la vida lo hace en mí, se hace en mí, se da en mí. Así estoy siendo guiado.
Ahora dejo ir, suelto, salto…
Y me trae momentos de incertidumbre, sensación de no estar en la realidad, algo de mareo, y sobre todo, actuar, estar, ser y hacer en el presente. No hay fuerzas, ni claridad para más. La vida nos para. Y mi entendimiento comprende muy despacio, muy poco, y muy poco a poco ante tanta profundidad. Se me aclarará la vista, la comprensión cuando sea el momento, cuando la vida crea que estoy preparada.
La vida repara, suelta y restablece lo que necesitamos en cada momento.
Ahora dejo ir, suelto, salto…
Ahora en mí suelto el control, suelto la planificación, suelto el querer saber, suelto mis talentos, incluso suelto la creatividad… ¿Para qué? No lo sé. Tal vez para repararme, para sanarme, para integrar aspectos inconclusos.
Ahora dejo ir, suelto, salto…
¿Quién soy yo para interferir en algo tan profundo y tan grande?
Es momento de soltar, de dejar, de abrirme a lo incierto, a lo que se da en mi cuerpo, mente, alma… a lo que la vida quiere para mí ahora.
Y ahora… dejo ir… suelto… salto… AL VACÍO.
ME RINDO.
Aitziber Ayesta Aldanondo
28-10-2020