Artikuluak

SEGUIR LAS SEÑALES QUE NOS LLEGAN

2014-08-21

"Las Sincronicidades son las oportunidades que se ponen a nuestro alcance para que podamos hacernos conscientes y entender, o para que podamos dejar pasar desde nuestro libre albedrío"

¿Habéis tenido a veces la sensación de que sois guiados por alguien o algo y que os dirigís hacia algún sitio que no tenéis la más remota idea de cuál es?

Y casi al mismo tiempo de ocurriros esto ¿os han asaltado unas terribles dudas sobre si, eso que sentíais, os lo podíais estar imaginando o inventando, porque no os parecía que pudiese ser real?

Pues éste ha sido el sentir que me ha acompañado a mí durante prácticamente toda mi vida; porque incluso en los momentos más difíciles que he atravesado, siempre he sentido que no estaba sola, y que un potente motor interno seguía tirando de mí sin desfallecer.

Pero, incluso a pesar de este potente motor interno que os comento, si hace 3 años, -cuando comencé a hacerme consciente de mis sincronicidades y seguirlas-, me hubiesen dicho todo lo que se me iba a manifestar durante este tiempo de mi vida, sinceramente pienso que no lo hubiese creído (o al menos me hubiese costado muchísimo hacerlo). Siempre he sido una persona muy racional (y lo que he vivido difícilmente habría tenido cabida en mi vida, si no se "cuela" en ella sin avisar). Es difícil imaginar cómo una Psicóloga con los 21 años de experiencia que contaba en aquel entonces, puede ser guiada, paso a paso, hasta llegar a ser Maestra de Registros Akáshicos.

Y, sin embargo, la sensación que tengo a día de hoy, es que ¡no he tenido que hacer nada más que seguir las señales que me llegaban!

El objetivo de este artículo no es contaros las sincronicidades que se me dieron a mí, porque para ello ya están algunas de las conferencias que imparto. El objetivo de este artículo es que vosotros mismos podáis haceros conscientes de vuestras propias sincronicidades, y que al igual que me sucedió a mí, podáis abrazar todo aquello que os está destinado en esta vida: Vuestro Propósito o Misión de Vida.

Pero para ello es necesario tomar conciencia de que cada uno de nosotros estamos siendo guiados de distintas formas. Es decir, cada uno de nosotros somos ayudados, -de diferentes maneras-, para que consigamos completar la tarea/el aprendizaje que decidimos experimentar en esta existencia.

Por lo tanto, la siguiente cuestión es: ¿Cómo podemos hacernos conscientes de la manera en que recibimos esta ayuda? (hacernos conscientes de la ayuda que recibimos y de cómo puede llegarnos, nos permite poder decidir, -desde nuestro libre albedrío-, si deseamos aprovecharla, o preferimos dejarla pasar)

Estos son algunos ejemplos de cómo puede llegarnos:

A veces leemos una información que resuena en nuestro interior y nos emociona.

A veces nos encontramos con una persona que nos habla sobre algo y nos sentimos llamados a ir a una conferencia sobre el tema, o a investigar por nuestra cuenta.

A veces entramos en una librería y sentimos como si algo nos llevara a una estantería o un mostrador y, de repente, nos sorprendemos con el título del libro que ¿casualmente? hemos tomado entre nuestras manos.

A veces tenemos sueños, que tienden a repetirse, con imágenes y/o mensajes que no alcanzamos a comprender; pero que sin embargo sentimos que quieren mostrarnos algo.

A veces... (aquí podemos incluir aquello que nos pasa a cada uno de nosotros, y de lo que probablemente nos estemos haciendo conscientes en este momento).

En muchas ocasiones, nos sentimos cansados y tristes porque no vemos salida a nuestra situación, y nos enfadamos por ello (juzgando como injusta, desde nuestra mente, esta situación que nos toca vivir; o valorando que no merecemos pasar por lo que vivimos).

Es muy importante que sepamos que, aunque tenemos todo el derecho a pensar, sentir y actuar enjuiciando lo que nos pasa, esta forma que elegimos conscientemente (o por la que nos dejamos llevar de manera inconsciente, da igual) nos está atrapando más en la situación de desasosiego y malestar que experimentamos; porque es muy complicado (por no decir imposible) que nos dejemos guiar situados en una mente que toma el mando y nos gobierna.

Hoy en día tenemos suficientes datos para saber que nos permitimos ser guiados justamente cuando hacemos lo contrario: cuando renunciamos a que nuestra parte racional lleve el control. Es decir: Cuando nos abandonamos a lo que deba ser, -en vez de intentar controlar lo que queremos que sea-, es entonces cuando la ayuda puede manifestarse plenamente.

Desde nuestra parte física, a veces nuestra mente nos machaca; y puede acallar los destellos que emite nuestra brújula interna intentando hacerse presente en nuestra vida.

Sin embargo, desde nuestra parte de luz nos movemos por el sentir. Conectamos con la brújula interna que nos guía y la dejamos manifestarse a través de ese sentir; le permitimos que nos muestre a través de ese sentir. Y ahí es donde, a veces, damos entrada a nuestra mente para que traduzca el mensaje de ese sentir (pero traducirlo es traducirlo tal cual, no inventarlo, cambiarlo, tergiversarlo o negarlo). La mente a la que yo doy entrada aquí, situado en mi vibración de luz, sabe quién tiene el control (que soy yo) y lo respeta. Se pone, por tanto, a mi servicio. Recordemos siempre que la mente no puede tomar el control si nosotros no se lo damos. La mente no nos quita poder, la mente recoge y se hace cargo del poder que nosotros le cedemos.

Cuando me hago Consciente (o lo que es lo mismo, cuando me sitúo en mi Cuerpo de Luz), me doy cuenta de que mi mente es una valiosísima herramienta que me ayuda en mi evolución, porque a través de ella puedo poner palabras a lo que se me mueve dentro (o me permite transcribir y dar significado a las señales que me van llegando). Y muchas veces tenerlo en palabras me permite una mayor comprensión y me facilita poder apoyarme en ello. Desde mi parte de luz mi mente es mi aliada, y puede ayudar, si se lo solicito, a que mi guía interior o mi brújula interna se manifiesten a través del lenguaje, símbolos, imágenes....

Por ello, si a través de lo leído me doy cuenta de que quizás he cedido a mi mente el control (porque se hace presente cuando quiere, utilizando –además- mensajes dañinos o distractores para mí) debo decidir si quiero que siga siendo así o empiezo a generar el cambio que me permita recobrar el control sobre lo que vivo y cómo quiero vivirlo. Y el primer paso para iniciar ese cambio es el que estoy dando: HACERME CONSCIENTE. El hacerme Consciente de lo que me ocurre es el primer y fundamental paso para empezar a recuperar mi poder. Solamente mirando hacia mi interior y conectando con lo que se me está moviendo dentro, puedo empezar a generar mi cambio: porque para poder afrontar algo, es necesario que lo "mire a la cara". Pero debo saber, que hacerme consciente sólo, no es suficiente; tengo que CONFIAR en que en todo momento estoy siendo guiado a través de mi motor interno y de las señales que voy recibiendo. Y he de seguir cada señal para permitir que se muestre la siguiente.

Hacerme consciente de que todo lo que vivo forma parte de lo que debo vivir, me permite no cuestionarlo ni recrearme en ello. Simplemente lo dejo estar, permito que sea, que se manifieste y, por supuesto (y lo más fundamental para permitirme ser guiado) permito que me muestre el mensaje/aprendizaje/experiencia que trae para mí.

María José Trillo

Psicóloga Colegiada

Maestra y Lectora de Registros Akáshicos Certificada (ARCI)

Especialista en Regresiones

Mediadora familiar y con menores

Sincronicidades